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Amantea

El camino...

" Un hombre anda a pleno sol por un paraje desierto. La sed y el hambre ha consumido sus energías, y en su delirio cree haber estado en un lugar poblado de bosques, arroyos y manantiales. Sin embargo, no sabe si sólo se trató de un sueño. Una noche se encuentra con un anciano y le pregunta si ese lugar existe. Y el anciano le dice que estuvo en uno así hace tiempo. Estaba junto a una montaña, con hermosos arroyos de agua fresquísima. Sobre esta montaña siempre había una nube. Todos los anhelos y sufrimientos de los hombres, sus momentos de dicha y sus noches de dolor, se condensaban en el aire creando una nube de la que fluía el agua que alimentaba la tierra. Por eso todos los hombres la buscaban, porque había nacido de sus corazones. Y, aunque ellos no se dieran cuenta, era esa búsqueda, y todas las esperanzas y tristezas que generaba, las que la seguían alimentando. Así eran los hombres, siempre andaban de un lado para otro esperando que hubiera un destino. "Pero, ¿sabes lo que pienso yo?", le dijo el anciano, "que ese destino no existe"... "

Leyendo un artículo del suplemento d El País de hoy, recojo un cuento que se relata en la película de "Fanny y Alexander". Recomiendo verla, por cierto.

Me gustan las historias. Las historias reales o inventadas. Detener el tiempo para escucharlas.

De esta historia nos queda que viajamos por la vida... haciendo el camino. Perdidos en algunas direcciones. Enlazando a través de lugares que marcan nuestras vidas.

1 comentario

Camy -

Yo creo que a veces, o casi siempre, sólo vemos el desierto, atravesamos el desierto y no nos damos cuenta de que tenemos, el frescor, el agua, las nubes, la sombra al lado nuestro

saludos